La mañana suele cagarte a trompadas...
Sobre todo en invierno.
Y más que
nada cuanto tenés que salir de la cama para cumplir con una obligación o algo
parecido.
Lo que en
realidad molesta es el hecho de “tener que…”, expresión que puede interpretarse
y/o traducirse como “estás obligado a…”
Todo un tema
las obligaciones, ¿no?
Obligación
es una palabra un tanto molesta que se sitúa ahí, justo entre medio del ser y la libertad de acción,
de la misma manera que un jueves en el medio de la semana. O como ese paso a
nivel con la barrera baja que te corta la marcha y te sume en la incertidumbre
de no saber cuándo vas a poder cruzar, y sobre todo, si vas a llegar a tiempo.
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